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Ritmos que dan vida a México a bordo del Turitren

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Más que un moderno medio de transporte, el innovador proyecto del Turitren Maya se erige como una auténtica experiencia cultural multidimensional, que permite al viajero conectar de forma directa y activa con las tradiciones y expresiones artísticas más auténticas de las poblaciones originarias del sureste mexicano.

Y dentro de este fascinante universo, los ritmos y danzas ocupan un lugar protagónico. A continuación, compartimos algunos hits infaltables:

Son Jarocho: Fusión Afro Mestiza


En las coloridas ciudades veracruzanas que bordea el trazado hacia el altiplano, el Son Jarocho con su ritmo zapateado y explosiones de jaranas, guitarras y requintos va marcando el pulso de la vida cotidiana.

Con raíces en la cultura afro mestiza surgida en los puertos durante la colonia, combina humor picaresco y crítica social en piezas como La Bamba, El Cascabel o La Bruja, auténticos himnos populares.

Al abordar el Turitren no es raro cruzarse con estudiantinas impregnando de alegría la espera con sus melodías pegajosas. ¡Pura energía contagiosa!

Marimba Chiapaneca: Legado Soco Búsquense


Atravesando selváticos paisajes del estado de Chiapas, las formaciones del moderno Tren Maya recalan en las terminales de Palenque, Ocosingo y Tuxtla Gutiérrez, donde los sones alegres de la marimba de madera nacional inundan el ambiente con su singular sonoridad, Merry caribeñas.

Herencia del pueblo zoque, fue evolucionando con influjos afrocaribeños hasta convertirse en el instrumento insignia del estado gracias a icónicos músicos como Lázaro Hernández en Piezas como La Sandunga, El Gavilancito o El Sotolito.

Y junto a los intricados de los bailarines, sin dudas esta música enraizada se lleva todos los aplausos entre quienes aguardan al Turitren, conectando poderosamente con ese espíritu luchador y hospitalario tan propio del pueblo chiapaneco.

Yucatán y el Trova-Huapango Mestizo


Finalmente, al arribar a ciudades emblemáticas como Mérida o Izamal abordo del Turitren no pueden faltar los sones de la trova yucateca, género mestizo por excelencia fundado en cadenas de guitarra con melodías y armonías europeas sobre las cuales se vocalizan letras en Maya-yucateco que cuentan historias cotidianas al puro estilo de la décima cubana o el son jarocho.

Temas clásicos como “Lunita yucateca”, “Mi tierra chica”, “Para qué quiero la vida” o “Un viejo amor” conquistan corazones de propios y extraños en las voces de notables como Cárdenas, Juan Acereto o la mítica Única Laúd.

Un género que condensa lo mejor del encuentro cultural producido en estas tierras, presente en cada rincón y esquina de la geografía peninsular. ¡Para disfrutar con todos los sentido desde las ventanillas del tren!

Un Crisol de Tradiciones Danzarías Vivas

Más allá de los ritmos musicales, el fascinante melting pot cultural que atraviesa la ruta del moderno Turitren Maya tiene su expresión más vívida en las diversas tradiciones danzarías originarias aún profundamente arraigadas en las poblaciones locales.

Ya sea como parte de ritualidades, festividades religiosas, conmemoraciones agrarias o simples eventos lúdicos, estas danzas concentran la esencia de la espiritualidad e idiosincrasia comunitaria, en una suerte de “memoria kinestésica” que se remonta varios siglos atrás.

Veamos algunos ejemplos destacados:

La Milenaria Danza de la Pluma


Enclavada en los valles centrales de la sierra Tarahumara que el Turitren bordea camino a Chihuahua, esta ceremonia mimética de cortejo transmite de generación en generación costumbres y valores fundamentales entre los pueblos rarámuris y tepehuanos de la región.

Con seus coloridos penachos, los danzantes emulan el vuelo del águila real u otras aves sagradas al son de guitarra y violín en una suerte de ritual holístico de unión entre lo terrenal y celestial mediante el poder evocador del movimiento.

Místicos Voladores de Papantla

En las zonas costeras del norte veracruzano tocadas por el trazado ferroviario perviven antiquísimas ceremonias vinculadas al culto del dios Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada, divinidad Maya y Tolteca ligada al viento, el maíz y el conocimiento.

Y quiza la más impactante sea la Danza de los Voladores de Papantla: cuatro acróbatas se lanzan en picada sujetos únicamente por sogas a medida que describen amplios círculos invertidos, en una metafórica emulación del legendario pájaro celestial. Todo un espectáculo místico de raíces prehispánicas.

La Conquista Ritualizada


Profundizando en el ámbito folclórico religioso, durante festividades como el Viernes Santo o carnavales es recurrente cruzarse por poblaciones de Campeche o Yucatán con las llamadas “Danza de la Conquista”: representaciones estilizadas -e idealizadas- del violento encuentro entre indígenas Mayas y españoles, con sus respectivos atuendos tradicionales.

Si bien reproducen estereotipos étnicos cuestionables, reflejan ese proceso de sincretismo cultural tan propio del ámbito caribeño desde el Virreinato , en una suerte de exorcismo coreográfico que busca metabolizar el trauma original.

Identidad Afrocaribeña en Veracruz

Finalmente, en los puertos de Coatzacoalcos y Veracruz florecen expresiones como Los Negritos, herederos de esas comparsas de esclavizados que irrespetuosamente parodiaban las solemnidades religiosas coloniales con sus atuendos estrafalarios, sus giros vertiginosos y sensuales movimientos de caderas.

Hoy en día muestran con orgullo su legado africano fusionado con lo indígena en un cocktail cultural tan enérgico como alegre, atravesado por ese humor carnavalesco tan típico del trópico americano.

Como se desprende de estos breves ejemplos -que se multiplican exponencialmente a lo largo y ancho del territorio-, abordar el Turitren Maya garantiza un encuentro vivo, integral e inmersivo con lo más auténtico de la cultura popular mexicana.

¡Súbete al tren de las tradiciones danzarías de México!