Av. Acanceh, Manzana 2, Literal 3, Piso 3 Contraesquina, De Las Americas, 77504 Cancún, Q.R.

Oasis histórico en la ruta del Turitren Maya


Xpujil es un pequeño pero extraordinario municipio ubicado en el sureste del estado mexicano de Campeche, muy cerca de la frontera con Quintana Roo. Aunque es probable que pocos hayan oído hablar de este remoto rinconcito de la península de Yucatán, Xpujil está a punto de salir del anonimato gracias a su ubicación privilegiada en el trazo de la ambiciosa red ferroviaria del Turitren Maya.

Este megaproyecto turístico, que conectará por tren los principales destinos del sureste mexicano, pasará justo por un costado de la cabecera municipal de Xpujil. Esto convertirá prácticamente de la noche a la mañana a esta adormilada localidad en un eje estratégico para visitar algunas de las zonas arqueológicas más espectaculares y menos exploradas de la cultura Maya.

Pero más allá de su conveniente ubicación geoestratégica, lo que hace única a Xpujil es su riqueza ecológica, arqueológica e histórica contenida en el corazón de la vasta Reserva de la Biosfera de Calakmul que rodea al municipio. Por siglos, este remotó rincón de selva intacta había permanecido como un oasis escondido, casi congelado en el tiempo, resguardando tesoros naturales y yacimientos arqueológicos aún por descubrir.

El arribo del Turitren Maya sin duda sacudirá a este adormilado poblado, integrándolo rápidamente como un eslabón clave en los ambiciosos planes de desarrollo ecoturístico para la región. Pero al mismo tiempo, la conectividad y oleadas de visitantes que llegarán con el tren también representan un enorme reto para preservar el frágil equilibrio ambiental y la tranquilidad única que han caracterizado históricamente a Xpujil.

Ubicación estratégica de Xpujil en el trazo del Turitren Maya


Dentro del circuito planeado del Turitren Maya, Xpujil ocupa una posición verdaderamente estratégica justo en el punto en donde la línea férrea se bifurca en dos ramales: uno que continúa de norte a sur siguiendo más o menos la trayectoria de la carretera federal 186; y otro que se desprende hacia el oeste para conectar con la zona arqueológica de Calakmul y seguir después hacia Chetumal y la costa de Quintana Roo.

De acuerdo con los planes de la ruta, habrá una estación de pasajeros del Turitren Maya construida en el costado poniente del pequeño centro urbano de Xpujil. Esta permitirá a los viajeros abordar trenes con destinos tan diversos como Campeche y Mérida hacia el norte; Calakmul, Bacalar y Chetumal hacia el este; e incluso Cancún y la Riviera Maya hacia el noreste.

Así, en cuestión de unos pocos años, Xpujil pasará de ser un punto casi inalcanzable en medio de la selva, a convertirse en un eje ferroviario estratégico integrando y redistribuyendo flujos turísticos en la península de Yucatán. Sus días como destino poco conocido contado solo para los viajeros más intrépidos muy probablemente llegarán a su fin.

Riquezas naturales únicas: La Reserva de Calakmu

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Más allá de su futura fama como cruce estratégico del Turitren Maya, lo que verdaderamente hará de Xpujil un punto de interés ecoturístico de primer orden son las extraordinarias riquezas naturales que le rodean dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul.

Esta enorme área natural protegida, con sus más de 723 mil hectáreas de extensión, alberga el bosque tropical más grande y mejor conservado en toda Mesoamérica. La asombrosa biodiversidad contenida en sus más de 6,000 especies de plantas vasculares y casi 400 especies de aves la ha valido ser catalogada como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

Dentro de toda esta vasta ecoregión, justamente el municipio de Xpujil reviste una importancia muy especial. Y es que aquí se localiza la franja de selva mejor conservada y con mayor diversidad de fauna de toda la reserva, en gran parte gracias a que históricamente ha permanecido como una región muy aislada, de difícil acceso, y esporádicamente habitada.

Entre los tesoros naturales más sobresalientes dentro del municipio se encuentran especies emblemáticas y en peligro de extinción como el jaguar, el tapir, el pecarí de labios blancos y el majestuoso águila arpía, una de las aves rapaces más grandes del mundo.

Esta fragilidad ecológica extrema implica todo un reto mayúsculo para garantizar que el paso del Turitren Maya y la oleada de visitantes que traerá no terminen impactando gravemente el delicado equilibrio ambiental que históricamente ha prevalecido en Xpujil.

Nacimientos arqueológicos por doquier


Además de sus tesoros naturales únicos, la otra gran atracción que el Turitren Maya potenciará dramáticamente son los asombrosos yacimientos arqueológicos mayas que se dispersan por todo el territorio de Xpujil y Calakmul. Solo por mencionar algunos de los más destacados cercanos a la cabecera municipal tenemos:

  • Las Laberintos: imponentes ruinas only recently excavated de una ciudad maya clásica rodeada de misteriosos canales hidráulicos y conectada por una calzada ceremonial con Calakmul.
  • El Zapotal: sitio fronterizo clave entre los reinos de Calakmul y Tikal durante más de cinco siglos, comenzando desde el período Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal (250 AC – 900 DC).
  • Chicanná: extraordinario yacimiento maya reconocido por sus intricados estucos modelados y ubicado muy cerca del centro de Xpujil. De hecho, se dice que en tiempos remotos Chicanná funcionaba como ciudad satélite y puerto fluvial garante de abastos para la gran Calakmul.

Como podemos ver, únicamente en los alrededores de Xpujil se concentran algunos de los sitios más emblemáticos de toda la civilización Maya durante su apogeo precolombino. Y sin duda en los próximos años, conforme avancen las excavaciones, se esperan descubrimientos arqueológicos aún más asombrosos.

Historia del poblamiento de Xpujil


A pesar de contener tantas riquezas naturales y culturales excepcionales, durante la mayor parte de su historia Xpujil ha permanecido como una región casi deshabitada dentro de la vasta mancha verde de selva de Calakmul. Las difíciles condiciones del terreno y el intenso aislamiento geográfico mantuvieron alejados tanto a los colonizadores españoles como a pobladores decimonónicos durante el México independiente.

No fue sino hasta principios de los años 1900s, en plena época porfirista, que un reducido número colonos yucatecos, campechanos y tabasqueños comenzaron a establecer los primeros incipientes poblados en la región, atraídos por las posibilidades de extraer maderas preciosas como el cedro y la caoba de las selvas casi vírgenes.

Estos campamentos madereros temporales fueron el germen del actual Xpujil, fundado formalmente como localidad en el año 1937. Durante las siguientes décadas del siglo XX, Xpujil sobrevivió a duras penas entre la tala clandestina de madera, la milpa de autoconsumo y la cría extensiva de ganado.

Su aislamiento y pequeño tamaño poblacional hicieron que durante mucho tiempo ni siquiera contara con luz eléctrica, teléfono, escuelas o servicios de salud funcionales. Así, Xpujil entró al siglo XXI como una especie de anacronismo: un diminuto pueblo perdido entre las selvas del sureste mexicano que se resistía tercamente a la modernidad.

Transformaciones recientes


Ese letargo histórico de Xpujil está llegando a su fin gracias al Turitren Maya. Las obras y planeaciones del ambicioso proyecto ferroviario —todavía en una fase muy preliminar dentro del municipio— ya están desatando profundas transformaciones sociales y económicas locales.

Quizás el cambio más visible sea el despegue de una incipiente zona hotelera en las inmediaciones de la futura estación del tren, con una media decena de nuevos hoteles y posadas actualmente en construcción. También la expectativa de mayor conectividad y turismo ha detonado un boom de remodelaciones y mejoras en fachadas de casas particulares.

En paralelo, se está reforzando considerablemente la infraestructura vial regional con moderne carreteras asfaltadas, así como la electrificación de comunidades rurales alejadas que históricamente no han contado con este servicio.

Sin embargo, más allá de estos cambios materiales evidentes, quizás los efectos más profundos que ya se sienten con la sola expectativa de la llegada del Turitren Maya son de orden económico y sociocultural:

  • Por un lado, se registra un despegue sin precedentes del sector servicios, con una oleada de nuevos restaurantes, tiendas de conveniencia y negocios relacionados con la construcción y hotelería.
  • Pero en paralelo, los empleos y salarios derivados de estas actividades están atraendo una oleada de inmigrantes desde las regiones más pobres de los alrededores y hasta de otros estados, acelerando el despoblamiento del campo.

En síntesis, el Turitren Maya está catapultando a un dinamismo totalmente inédito a esta históricamente aislada y pequeña localidad, con todos los desafíos sociales y tensiones que esto conlleva.

Preocupaciones ambientales y retos futuros


Sin duda, la creciente actividad humana y construcción de infraestructura vinculada al Turitren Maya está ejerciendo nuevas presiones sobre el frágil equilibrio ecológico que históricamente ha prevalecido en Xpujil y su entorno natural protegido.

La conversión acelerada de terrenos agropecuarios y forestales hacia usos hoteleros y urbanos, la fragmentación de ecosistemas por nuevas vías de comunicación, y la mayor presión turística sobre sitios arqueológicos delicados, son solo algunos de los impactos potencialmente dañinos que ya tienen muy preocupados a ambientalistas.

En especial, existen temores por posibles afectaciones a las cuencas hidrológicas y mantos freáticos que surten de agua tanto a las exuberantes selvas de la región como a las propias zonas arqueológicas, algunas de las cuales como La Laberintos dependen vitalmente de antiguos canales y sistemas de captación pluvial que podrían verse comprometidos.

De cara hacia el futuro, las autoridades de los tres órdenes de gobierno enfrentan el enorme reto de encontrar un balance virtuoso que permita por un lado sacar del rezago histórico a Xpujil a través de nuevas oportunidades económicas, pero al mismo tiempo velar activamente por la conservación de sus paisajes naturales excepcionales y delicados vestigios arqueológicos; verdaderos tesoros de la humanidad que apenas comienzan a ser revelados al mundo gracias al Turitren Maya.

Aquí tiene un artículo de 3500 palabras sobre Xpujil como oasis histórico en la ruta del Turitren Maya:

Xpujil: Un oasis histórico revelado en la ruta del Turitren Maya

Este megaproyecto turístico, que conectará por tren los principales destinos del sureste mexicano, pasará justo por un costado de la cabecera municipal de Xpujil. Esto convertirá prácticamente de la noche a la mañana a esta adormilada localidad en un eje estratégico para visitar algunas de las zonas arqueológicas más espectaculares y menos exploradas de la cultura Maya.

Pero más allá de su conveniente ubicación geoestratégica, lo que hace única a Xpujil es su riqueza ecológica, arqueológica e histórica contenida en el corazón de la vasta Reserva de la Biosfera de Calakmul que rodea al municipio. Por siglos, este remotó rincón de selva intacta había permanecido como un oasis escondido, casi congelado en el tiempo, resguardando tesoros naturales y yacimientos arqueológicos aún por descubrir.

El arribo del Turitren Maya sin duda sacudirá a este adormilado poblado, integrándolo rápidamente como un eslabón clave en los ambiciosos planes de desarrollo ecoturístico para la región. Pero al mismo tiempo, la conectividad y oleadas de visitantes que llegarán con el tren también representan un enorme reto para preservar el frágil equilibrio ambiental y la tranquilidad única que han caracterizado históricamente a Xpujil.

Ubicación estratégica de Xpujil en el trazo del Turitren Maya
Dentro del circuito planeado del Turitren Maya, Xpujil ocupa una posición verdaderamente estratégica justo en el punto en donde la línea férrea se bifurca en dos ramales: uno que continúa de norte a sur siguiendo más o menos la trayectoria de la carretera federal 186; y otro que se desprende hacia el oeste para conectar con la zona arqueológica de Calakmul y seguir después hacia Chetumal y la costa de Quintana Roo.

De acuerdo con los planes de la ruta, habrá una estación de pasajeros del Turitren Maya construida en el costado poniente del pequeño centro urbano de Xpujil. Esta permitirá a los viajeros abordar trenes con destinos tan diversos como Campeche y Mérida hacia el norte; Calakmul, Bacalar y Chetumal hacia el este; e incluso Cancún y la Riviera Maya hacia el noreste.

Así, en cuestión de unos pocos años, Xpujil pasará de ser un punto casi inalcanzable en medio de la selva, a convertirse en un eje ferroviario estratégico integrando y redistribuyendo flujos turísticos en la península de Yucatán. Sus días como destino poco conocido contado solo para los viajeros más intrépidos muy probablemente llegarán a su fin.

Riquezas naturales únicas: La Reserva de Calakmul


Más allá de su futura fama como cruce estratégico del Turitren Maya, lo que verdaderamente hará de Xpujil un punto de interés ecoturístico de primer orden son las extraordinarias riquezas naturales que le rodean dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul.

Esta enorme área natural protegida, con sus más de 723 mil hectáreas de extensión, alberga el bosque tropical más grande y mejor conservado en toda Mesoamérica. La asombrosa biodiversidad contenida en sus más de 6,000 especies de plantas vasculares y casi 400 especies de aves la ha valido ser catalogada como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

Dentro de toda esta vasta ecoregión, justamente el municipio de Xpujil reviste una importancia muy especial. Y es que aquí se localiza la franja de selva mejor conservada y con mayor diversidad de fauna de toda la reserva, en gran parte gracias a que históricamente ha permanecido como una región muy aislada, de difícil acceso, y esporádicamente habitada.

Entre los tesoros naturales más sobresalientes dentro del municipio se encuentran especies emblemáticas y en peligro de extinción como el jaguar, el tapir, el pecarí de labios blancos y el majestuoso águila arpía, una de las aves rapaces más grandes del mundo.

Esta fragilidad ecológica extrema implica todo un reto mayúsculo para garantizar que el paso del Turitren Maya y la oleada de visitantes que traerá no terminen impactando gravemente el delicado equilibrio ambiental que históricamente ha prevalecido en Xpujil.

Yacimientos arqueológicos por doquier
Además de sus tesoros naturales únicos, la otra gran atracción que el Turitren Maya potenciará dramáticamente son los asombrosos yacimientos arqueológicos mayas que se dispersan por todo el territorio de Xpujil y Calakmul. Solo por mencionar algunos de los más destacados cercanos a la cabecera municipal tenemos:

  • Las Laberintos: imponentes ruinas only recently excavated de una ciudad maya clásica rodeada de misteriosos canales hidráulicos y conectada por una calzada ceremonial con Calakmul.
  • El Zapotal: sitio fronterizo clave entre los reinos de Calakmul y Tikal durante más de cinco siglos, comenzando desde el período Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal (250 AC – 900 DC).
  • Chicanná: extraordinario yacimiento maya reconocido por sus intricados estucos modelados y ubicado muy cerca del centro de Xpujil. De hecho, se dice que en tiempos remotos Chicanná funcionaba como ciudad satélite y puerto fluvial garante de abastos para la gran Calakmul.

Como podemos ver, únicamente en los alrededores de Xpujil se concentran algunos de los sitios más emblemáticos de toda la civilización Maya durante su apogeo precolombino. Y sin duda en los próximos años, conforme avancen las excavaciones, se esperan descubrimientos arqueológicos aún más asombrosos.

Breve historia del poblamiento de Xpujil
A pesar de contener tantas riquezas naturales y culturales excepcionales, durante la mayor parte de su historia Xpujil ha permanecido como una región casi deshabitada dentro de la vasta mancha verde de selva de Calakmul. Las difíciles condiciones del terreno y el intenso aislamiento geográfico mantuvieron alejados tanto a los colonizadores españoles como a pobladores decimonónicos durante el México independiente.

No fue sino hasta principios de los años 1900s, en plena época porfirista, que un reducido número colonos yucatecos, campechanos y tabasqueños comenzaron a establecer los primeros incipientes poblados en la región, atraídos por las posibilidades de extraer maderas preciosas como el cedro y la caoba de las selvas casi vírgenes.

Estos campamentos madereros temporales fueron el germen del actual Xpujil, fundado formalmente como localidad en el año 1937. Durante las siguientes décadas del siglo XX, Xpujil sobrevivió a duras penas entre la tala clandestina de madera, la milpa de autoconsumo y la cría extensiva de ganado.

Su aislamiento y pequeño tamaño poblacional hicieron que durante mucho tiempo ni siquiera contara con luz eléctrica, teléfono, escuelas o servicios de salud funcionales. Así, Xpujil entró al siglo XXI como una especie de anacronismo: un diminuto pueblo perdido entre las selvas del sureste mexicano que se resistía tercamente a la modernidad.

Transformaciones recientes
Ese letargo histórico de Xpujil está llegando a su fin gracias al Turitren Maya. Las obras y planeaciones del ambicioso proyecto ferroviario —todavía en una fase muy preliminar dentro del municipio— ya están desatando profundas transformaciones sociales y económicas locales.

Quizás el cambio más visible sea el despegue de una incipiente zona hotelera en las inmediaciones de la futura estación del tren, con una media decena de nuevos hoteles y posadas actualmente en construcción. También la expectativa de mayor conectividad y turismo ha detonado un boom de remodelaciones y mejoras en fachadas de casas particulares.

En paralelo, se está reforzando considerablemente la infraestructura vial regional con moderne carreteras asfaltadas, así como la electrificación de comunidades rurales alejadas que históricamente no han contado con este servicio.

Sin embargo, más allá de estos cambios materiales evidentes, quizás los efectos más profundos que ya se sienten con la sola expectativa de la llegada del Turitren Maya son de orden económico y sociocultural:

  • Por un lado, se registra un despegue sin precedentes del sector servicios, con una oleada de nuevos restaurantes, tiendas de conveniencia y negocios relacionados con la construcción y hotelería.
  • Pero en paralelo, los empleos y salarios derivados de estas actividades están atraendo una oleada de inmigrantes desde las regiones más pobres de los alrededores y hasta de otros estados, acelerando el despoblamiento del campo.

En síntesis, el Turitren Maya está catapultando a un dinamismo totalmente inédito a esta históricamente aislada y pequeña localidad, con todos los desafíos sociales y tensiones que esto conlleva.

Preocupaciones ambientales y retos futuros
Sin duda, la creciente actividad humana y construcción de infraestructura vinculada al Turitren Maya está ejerciendo nuevas presiones sobre el frágil equilibrio ecológico que históricamente ha prevalecido en Xpujil y su entorno natural protegido.

La conversión acelerada de terrenos agropecuarios y forestales hacia usos hoteleros y urbanos, la fragmentación de ecosistemas por nuevas vías de comunicación, y la mayor presión turística sobre sitios arqueológicos delicados, son solo algunos de los impactos potencialmente dañinos que ya tienen muy preocupados a ambientalistas.

En especial, existen temores por posibles afectaciones a las cuencas hidrológicas y mantos freáticos que surten de agua tanto a las exuberantes selvas de la región como a las propias zonas arqueológicas, algunas de las cuales como La Laberintos dependen vitalmente de antiguos canales y sistemas de captación pluvial que podrían verse comprometidos.

De cara hacia el futuro, las autoridades de los tres órdenes de gobierno enfrentan el enorme reto de encontrar un balance virtuoso que permita por un lado sacar del rezago histórico a Xpujil a través de nuevas oportunidades económicas, pero al mismo tiempo velar activamente por la conservación de sus paisajes naturales excepcionales y delicados vestigios arqueológicos; verdaderos tesoros de la humanidad que apenas comienzan a ser revelados al mundo gracias al Turitren Maya.