Aventurarse a bordo del moderno Turitren Maya implica mucho más que un viaje placentero en un medio de transporte eficiente. Es también una experiencia cultural integral que permite descubrir autentica tradiciones culinarias de poblaciones aisladas, gracias a la integración de territorios antes desconectados del circuito turístico masivo.
Este es el caso de Tenabo, pequeña localidad rural enclavada en el corazón de la zona maicera campechana, única por su gastronomía de raíces prehispánicas que aprovecha cultivos endémicos y técnicas ancestrales de preparación heredadas de la etnia maya-chontal que habita la región desde épocas inmemoriales.
A continuación les acercamos una muestra del singular arte culinario tenabeño, ideal para descubrir en una próxima escala a bordo de los modernos vagones climatizados del primer tren maya del siglo XXI.
¡Pasen y vivan una experiencia gastronómica memorable!
Llegada a Tenabo a Bordo del Turitren Maya
Luego de un ameno viaje desde poblados coloniales como Campeche o Mérida, nuestra formación arriba a la pequeña estación Tenabo, recientemente inaugurada, que con su arquitectura regionalista tribute al mundo agrícola que caracteriza la zona.
El gentil personal Maya hablante nos recomienda algunos de los pequeños cafetines y fondas familiares que han florecido gracias al paso ferroviario, donde degustar la famosa “comida chontal” mientras estiramos las piernas durante la escala.
Así que sin pensarlo dos veces tomamos un trayecto coches electromóviles que circulan fuera de la estación para adentrarnos en esta localidad rural y descubrir sus secretos sabores.
Sopas y Caldos con Historia Regional
Nuestra primera parada gastronómica es el reconocido Comedor “Kaipech”, atendido por sus mismas dueñas que nos reciben amablemente en un entorno hogareño y algo rústico, tal como aseguran mejor preserva toda su cualidad los diferentes guisos y preparaciones.
Como entrada infaltable para esta época invernal nos recomiendan unos vigorizantes “Chirmol de res”: generosos trozos de carne de res cocidos en su propio caldo sazonado con achiote y especias Maya tradicionales acompañados con hortalizas maceradas como parte de la preparación del caldo base.
Para continuar, los intensos menudo rojos con trocitos de pancita de res en un fondo con dimensión de tomate les harán entrar rápidamente en calor, al igual que la “Sopa de Elote” a base de granos enteros desgranados de maíz criollo más presa de pollo campero.
Y para los más audaces, los intrigantes “Úes de Báquiro” sorprenden con su sabor único a hierbas locales y semi-frutos del árbol de ramón, tradicionalmente ingerido por la fauna regional como alimento.
Un preámbulo caldoso ideal para paladares exigentes en busca de lo más autentica de la cocina vernácula istmeña.
Pan de maíz cien por ciento natural
Mientras disfrutamos estas entradas calientes, nos llama la atención una canasta con piezas de bollo de maíz perfectamente ovaladas, de textura semi-compacta y fragante aroma a masa horneada.
Se trata de los tradicionalísimos “Pibinal”, una suerte de panes elaborados a base de masa de maíces nativos de la región mezclados con manteca vegetal y otros ingredientes totalmente naturales, sin agregados químicos de ningún tipo.
Su cocción lento en hornos de barro con fuego de leña brinda ese tono dorado tan apetecible y distintivo, mientras que su largo proceso de fermentación con métodos ancestrales Mayas otorga gradualmente ese ilustre sabor que los caracteriza.
De consistencia aun húmeda por dentro con una ligera costa exterior crujiente, se deshacen en boca combinando magistralmente diferentes matices entre el dulzor característico del maíz recién molido y un retrogusto ahumado con reminiscencias del fogón original.
Los comensales locales tienden a consumirlos en trozos pequeños sumergidos en caldo o sopa, aunque su versatilidad permite integrarlos a cualquier preparación salada, e incluso versiones de postre con miel o mermeladas regionales.
¡Auténtica presencia viva de las culturas originarias!
Cerdo Chucán a la Lengua y Chirmolero Campechano
Luego de esta revelación ancestral, pasamos a degustar algunos de los principales estandartes en cuanto a platos fuertes de la zona, como los tradicionales cerdos “chucán”: cochinillos o lechones pesados directamente del hato familiar, cocinados lentamente bajo tierra con piedras y hojas de plátano.
Su carne así macerada en su propia grasa batida durante horas adquiere una textura única, que combinada con adobos artesanos de la casa como el indispensable recado chucán a base de achiote, así como cebolla, ajo y cítricos, brinda todo un festival proteínico de característico aroma y color anaranjado distintivo.
Un verdadero lujo poder saborear esta ancestral técnica en su versión 100% tradicional y orgánica.
Y de postre, el suculento “Chirmol” regional hecho a base de tomates, cebolla y pimiento verde fritos en manteca de cerdo con especias locales puede degustarse solo o acompañando carnes, constituyendo toda una delicia ribereña en su máxima expresión.
Dulce Legado Maya: El Maíz en todas sus Formas
Llegando al final, como broche de oro nos deleitamos con una selección de postres, dulces artesanales y bocados ligeros que muestran la sorprendente versatilidad culinaria que puede alcanzarse partiendo del sagrado maíz en todas sus variedades y formas.
Desde “dulce de elote” cocido de forma artesanal hasta tipos quesos de tumbo, pasando por delicias turrones de masa cruda o frituras de maíz inflado, cada bocado conecta poderosamente con ese espíritu sagrado del cultivo base que permitió el formidable florecimiento de la Civilización Madre.
Cerrando así un repaso integral por diferentes facetas de una incipiente cultura gastronómica local que recién comienza a dar sus primeros pasos, de la mano del incremento en conectividad que esta provee yendo la columna vertebral del moderno sistema ferroviario del TuriTren Maya.
Y que seguramente seguirá evolucionando y ganando adeptos en el futuro próximo, convirtiéndose en nuevo exponente culinario tanto de Campeche en general como de la etnia chontal que lo procura, fusionando tradiciones ancestrales con ingrediente 100% locales.
¡Todo un motivo más para realizar una escala gourmand durante nuestro viaje a bordo esta joya del transporte de vanguardia que nos sigue sorprendiendo gratamente!