Boca del Cerro es una pequeña localidad ubicada en el estado de Quintana Roo, justo en el tramo 5 del ambicioso proyecto del Turitren Maya. Este pintoresco pueblo, rodeado de exuberante vegetación selvática, ha permanecido oculto por años, como un diamante en bruto esperando ser descubierto.
El paso del Turitren Maya por Boca del Cerro finalmente revelará al mundo los increíbles secretos y la fascinante belleza de este lugar. Te invito a acompañarme en un recorrido por Boca del Cerro para descubrir su magia a través de las vías del Turitren. ¡Prepárate para maravillarte!
El Encanto de la Selva
Boca del Cerro se encuentra inmerso en la imponente selva Maya, donde los emblemáticos árboles de ramón, chicozapote y caoba compiten por robarle el aliento al viajero con su altura majestuosa. El rugir de los monos aulladores rompe el silencio del bosque, mientras que tucanes, loros y quetzales de vivos colores revolotean de un árbol a otro.
La espesa vegetación crea un ambiente de misterio que oculta ruinas Mayas aún no exploradas, así como bellos cenotes de cristalinas aguas turquesas. Cascadas ocultas compiten con el trinar de las aves, invitando al caminante a adentrarse más en los secretos de la jungla.
En Boca del Cerro, la naturaleza selvática alcanza su máximo esplendor, cautivando al viajero del Turitren Maya que tiene la fortuna de pasar por este paraíso verde.
La gente de Boca del Cerro
Más allá de su exuberante naturaleza, Boca del Cerro cautiva por la calidez y hospitalidad de su gente. Sus apenas 300 habitantes son principalmente Mayas, orgullosos herederos de una rica tradición cultural que comparten gustosos con el viajero.
Las abuelas tejen coloridos huipiles bordados a mano mientras comparten antiguas leyendas. Los niños saludan sonrientes desde humildes chozas con techos de palma, invitando al forastero a ser parte de sus juegos.
En Boca del Cerro el visitante se siente acogido como un vecino más. Compartir un té de hierbas con los lugareños o saborear la gastronomía local son experiencias únicas que conectan al viajero con la esencia misma de la cultura Maya viva.
La Llegada del Turitren Maya
Durante años Boca del Cerro permaneció aislado, oculto a los ojos del mundo moderno como un diamante en bruto. La construcción del tramo 5 del Turitren Maya cambió su destino para siempre, conectándolo con importantes centros turísticos de la Riviera Maya.
Por primera vez el encanto de Boca del Cerro será accesible para el viajero ávido de descubrir la auténtica riqueza natural y cultural de la región. El pintoresco pueblo estará ahora al alcance de la mano gracias a la conectividad que brinda el Turitren.
Los visitantes podrán combinar la comodidad de este moderno medio de transporte con caminatas por senderos rodeados de exuberante vegetación para descubrir maravillas como el cercano cenote Ya’ax Ich, considerado uno de los más bellos del mundo.
Del mismo modo, las ruinas Mayas recientemente excavadas en las cercanías y que aún no figuran en ninguna guía turística se convertirán en una irresistible atracción para amantes de la arqueología y la aventura.
En síntesis, la llegada del Turitren Maya destapó una fabulosa olla de cultura y naturaleza prístina que por siempre permanecerá grabada en la memoria y el corazón de quienes visiten el mágico pueblo de Boca del Cerro.
Cenote Ya’ax Ich: La Joya Escondida
Uno de los secretos mejor guardados de Boca del Cerro es el impresionante cenote Ya’ax Ich, que significa “agua verde” en Maya. Se trata de una piscina natural de aguas cristalinas con profundidades superiores a los 100 metros, ubicada en medio de la espesa jungla.
Su nombre proviene del asombroso tono esmeralda que adquieren sus aguas debido a la filtración de la densa vegetación circundante. El contraste entre el verde intenso de la piscina y la roca caliza blanquecina produce un efecto hipnótico para la vista.
Los más intrépidos pueden descender buceando hasta sus profundidades casi insondables, explorando grutas subacuáticas con estalactitas y estalagmitas que parecen de cristal. Los rayos de sol que se filtran producen destellos sobre las paredes, creando un ambiente casi místico.
Sin embargo, no hace falta mojarse para disfrutar de la belleza del cenote Ya’ax Ich. Sentarse tranquilamente en sus bordes mirando hacia el interior de la joya verde mientras los monos aullan en la lejanía puede ser una experiencia igual de mágica.
Este es uno de los secretos de Boca del Cerro que el Turitren Maya permitirá revelar al mundo. Una joya escondida a la que ahora podrás acceder cómodamente para deleitar tus sentidos con una maravilla natural que parece sacada de un sueño.
Ruinas Mayas Recién Descubiertas
Otro de los grandes secretos que el Turitren Maya destapará al mundo es la impresionante zona arqueológica recientemente descubierta conocida como Nohoch Ek. Se trata de un extenso conjunto de edificios Mayas rodeados de plazas y canchas del juego de pelota.
A diferencia de sitios más conocidos como Chichén Itzá o Tulum, Nohoch Ek permanece rodeado de espesa vegetación, otorgándole un aire de misterio y majestuosidad. Los exploradores que lo encontraron hace apenas unos meses calcularon que data del periodo clásico de la cultura Maya.
Entre las estructuras encontradas destaca un enorme templo circular con una escalinata que desciende hasta lo más profundo de la tierra. Los arqueólogos creen que se trata de un observatorio astronómico y lugar de ceremonias religiosas.
Otros hallazgos importantes son estelas de piedra grabadas con glifos e imágenes de gobernantes Mayas con elaborados tocados de plumas. Estas esculturas revelan el gran esplendor que tuvo esta ciudad durante su apogeo.
A diferencia de otros sitios arqueológicos más visitados, en Nohoch Ek el viajero podrá admirar las ruinas mayas en todo su misterio y grandeza original, sin las multitudes de turistas que saturan otros destinos.
La posibilidad de explorar con libertad este majestuoso sitio Maya recién revelado al mundo constituye un incentivo más para que los amantes de la arqueología y la aventura incluyan Boca del Cerro como parada obligatoria de su travesía en el Turitren Maya.
Boca del Cerro, donde pasado y presente convergen
En Boca del Cerro pasado y presente convergen en un maravilloso collage de tradiciones vivas, naturaleza exuberante y vestigios arqueológicos llenos de misterio. La llegada del Turitren Maya promete convertirlo en un destino imperdible para viajeros en busca de autenticidad.
Recorrer el pintoresco poblado y departir con sus hospitalarios pobladores permite conectar con las raíces Mayas de la zona. Penetrar en la selva circundante es adentrarse a un mundo de ensueño donde la imaginación vuela libre entre el verde intenso del follaje y el azul cristalino de los cenotes escondidos.
Finalmente, desentrañar los enigmas de la imponente zona arqueológica Nohoch Ek recientemente encontrada satisface las ansias de aventura del viajero más intrépido, especialmente al saberse entre los primeros privilegiados en admirar este majestuoso sitio.
Boca del Cerro condensa así una riqueza histórica, cultural y natural que bien valdrá el desvío de la ruta del Turitren Maya. El encanto de este mágico rincón de Quintana Roo hechizará los sentidos y el espíritu del viajero más curioso para siempre.
El paso del Turitren Maya por la pequeña localidad de Boca del Cerro marcará un antes y un después en la historia de este pintoresco poblado maya y sus alrededores. Su belleza natural, la riqueza de sus vestigios arqueológicos y la calidez humana de sus habitantes dejarán una honda huella en el corazón de los viajeros.
Lugares como el místico cenote Ya’ax Ich y la imponente zona arqueológica Nohoch Ek pasarán de ser secretos celosamente guardados por la espesura de la selva a joyas turísticas admiradas por visitantes de todo el mundo.
Así, la magia de Boca del Cerro será finalmente revelada gracias a la conectividad sin precedentes que trae consigo la construcción del ambicioso proyecto Turitren Maya. Los viajeros que se animen a descubrirla se llevarán una grata sorpresa y memorias imborrables de este rincón del paraíso Maya quintanarroense.
Más allá del cenote Ya’ax Ich y del sitio arqueológico de Nohoch Ek, los alrededores de Boca del Cerro esconden muchas otras sorpresas para el curioso viajero que llegue por la nueva ruta del Turitren Maya.
Recorriendo los apacibles senderos de selva es posible toparse con pequeños talleres familiares de artesanías tradicionales Mayas. Aquí se elaboran huipiles, sombreros y cestería siguiendo ancestrales técnicas textiles que han pasado de generación en generación desde tiempos inmemoriales.
Observar el proceso creativo mano a mano con las habilidosas artesanas locales permite conectar directamente con la cosmovisión que inspira estos diseños, cargados de profundo simbolismo.
Otra de las actividades imperdibles para el viajero intrépido es internarse en la espesura de la jungla junto a experimentados guías de Boca del Cerro en busca de las ruinas de antiguas ciudades Mayas aún no excavadas. Aventurarse a estos territorios inexplorados, siguiendo apenas perceptibles senderos, garantiza una intensa dosis de adrenalina plena de fascinantes hallazgos arqueológicos.
En síntesis, el entorno selvático de Boca del Cerro esconde innumerables actividades para satisfacer los gustos del viajero más exigente. El paso del Turitren Maya convierte a esta joya natural y cultural en un destino turístico de primer orden listo para maravillar al mundo con su magia.