Tenosique, ubicado en el estado sureño mexicano de Tabasco, es una pequeña pero vibrante ciudad que sirve como punto de partida para explorar las maravillas naturales y culturales a lo largo de la ruta del ambicioso proyecto turístico conocido como el Turitren Maya. Como ciudad fronteriza ubicada al borde del río Usumacinta, que sirve como frontera natural entre México y Guatemala, Tenosique tiene una rica herencia multicultural con influencias tanto mexicanas como guatemaltecas.
A lo largo de este artículo, exploraremos la singular ubicación de Tenosique en la ruta del Turitren Maya, así como su patrimonio cultural e histórico. Veremos cómo el ambicioso proyecto del Turitren está transformando a Tenosique en un centro de actividad turística, al mismo tiempo que genera oportunidades pero también desafíos para preservar el delicado equilibrio social y ambiental de la región.
Ubicación Estratégica de Tenosique en la Ruta del Turitren Maya
El Turitren Maya es un mega-proyecto turístico impulsado por el gobierno de México que pretende revitalizar la economía y la cultura de la región sureste del país, específicamente los cinco estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La columna vertebral de este ambicioso proyecto es una red ferroviaria de 1500 kilómetros que conectará puntos arqueológicos, ciudades coloniales y centros turísticos a lo largo de la península de Yucatán.
Dentro de esta red, Tenosique ocupa una posición estratégica, sirviendo como punto de partida ideal para visitar el espectacular Cañón del Usumacinta y el sitio arqueológico de Yaxchilán, así como para explorar la menos viajada ruta maya en el lado guatemalteco de la frontera. De hecho, de acuerdo con los planes publicados, una de las nuevas estaciones del Turitren Maya se ubicará en el centro de Tenosique.
La estación de Tenosique permitirá a los viajeros abordar trenes turísticos diarios hacia el oeste, llegando a ciudades como Palenque, Campeche y Mérida. Hacia el este, los trenes llegarán hasta Chetumal, conectando también con Belice y la espectacular Costa Maya. Tenosique será así un eje estratégico del Turitren Maya, permitiendo a los turistas internacionales y nacionales explorar fácilmente tanto las maravillas culturales como los paraísos naturales del sureste mexicano.
Crisol Multicultural e Histórico
Más allá de su ubicación estratégica, lo que hace especial a Tenosique es su rica herencia multicultural derivada de su ubicación fronteriza. Como ciudad ribereña del Usumacinta, Tenosique ha servido históricamente como punto de encuentro y comercio entre las culturas mexicanas y maya–guatemaltecas que habitan las dos riberas del caudaloso río que demarca la frontera.
Desde épocas prehispánicas, el área de Tenosique estuvo habitada por grupos Mayas, siendo controlada sucesivamente por las ciudades estado de Piedras Negras, Yaxchilán y Palenque. Tras la conquista española en el siglo XVI, los colonizadores introdujeron nuevos cultivos, ganado y costumbres europeas, al tiempo que sometían a los pobladores indígenas. No fue sino hasta finales del siglo XVII que se estableció formalmente el pequeño poblado español de Tenosique en la ribera mexicana del Usumacinta.
A lo largo de los siglos de la colonia y tras la independencia, Tenosique creció lentamente como un punto de cruce entre las culturas Maya, española y mestiza a ambos lados de la frontera. Su posición estratégica lo convirtió en un punto de intenso intercambio comercial y humano.
Como resultado de estos intercambios históricos, hoy Tenosique presenta una rica mezcla cultural única en la región, con sus habitantes orgullosos de su doble herencia mexicana y maya. Esto se refleja vivamente en las tradiciones, artesanías, leyendas, música, gastronomía y forma de vida cotidiana de los tenosiquenses.
Recientes Proyectos de Revitalización Cultural
Esta riqueza cultural hace que Tenosique sea más que una simple parada técnica en la ruta del Turitren Maya, convirtiéndose en un destino de interés por derecho propio para turistas ávidos de experimentar el crisol cultural fronterizo.
Diversos proyectos recientes, algunos de ellos apoyados con fondos federales a través del programa de Desarrollo del Turitren Maya, buscan potenciar el turismo cultural sustentable en Tenosique, al tiempo que se revitalizan tradiciones locales en riesgo de perderse. Entre estos proyectos destacan:
- Un ambicioso festival anual de jazz regional que reúne a músicos locales mezclando son jarocho, marimbas guatemaltecas y jazz bailado, atrayendo a miles de visitantes.
- Exposiciones de arte popular en el recientemente renovado Centro Cultural de Tenosique, con énfasis en la exhibición de máscaras tradicionales, textiles, alfarería y artesanía en madera de los pueblos tzeltales de Los Chimalapas.
- Circuitos ecoturísticos a las comunidades indígenas de la sierra, promoviendo el turismo comunitario con participación activa de los pobladores locales.
Transformaciones recientes
El despegue del proyecto Turitren Maya —aunque todavía en las primeras etapas— ya está comenzando a transformar el ambiente en Tenosique. Los cambios más evidentes son:
- Un boom de construcción de nuevos hoteles y restaurantes, así como renovación de fachadas en el centro, generando una incipiente zona turística alrededor de la futura estación del Turitren Maya.
- Aumento evidente del turismo nacional e internacional, atraídos tanto por la futura conexión del Turitren Maya como por proyectos culturales locales. Las principales nacionalidades que se observan son mexicanos, guatemaltecos, estadounidenses y europeos.
- Creciente actividad económica derivada del turismo, con creación de nuevos empleos en servicios tanto para turistas como para los miles de trabajadores migrantes que llegan a laborar en las obras del Turitren.
Estos cambios —aunque en su mayoría positivos para la economía local— también tienen su lado controversial. El frenesí de la construcción ha provocado deforestación en los alrededores y deterioro de la imagen urbana tradicional de Tenosique.
También ha habido incrementos significativos en precios de bienes raíces y servicios, perjudicando a pobladores de bajos recursos y provocando desplazamientos hacia zonas periféricas carentes de infraestructura básica. A su vez, el rápido crecimiento poblacional está ejerciendo presión sobre los sistemas de agua, drenaje y electricidad de la pequeña localidad fronteriza.
Preocupaciones Ambientales y Retos Futuros
Más allá de estos efectos socioeconómicos en Tenosique, también existen serias preocupaciones sobre los impactos ambientales tanto locales como regionales del ambicioso proyecto del Turitren Maya.
Si bien la conectividad que traerá el tren es ampliamente celebrada, ambientalistas —tanto nacionales como internacionales— han expresado su inquietud por los claros que se están haciendo en la selva para el paso de las vías férreas, fragmentación de delicados ecosistemas y introducción de infraestructura y actividades humanas en áreas anteriormente prístinas.
En el caso específico de Tenosique y sus alrededores, las mayores preocupaciones se enfocan en posibles impactos sobre el caudal y calidad del agua del río Usumacinta, que sirve como hidrovía para embarcaciones turísticas hacia Yaxchilán, así como sobre el extraordinario cinturón de selvas, pantanos y sabanas protegidas que rodean a la localidad dentro de la Reserva de la Biosfera de Los Chimalapas.
De cara al futuro, las autoridades tenosiquenses —respaldadas con fondos federales del programa Turitren Maya— deberán cuidar un delicado acto de equilibrio entre impulsar el desarrollo económico local a través del turismo, preservar el frágil acervo cultural y patrimonial de la zona, y garantizar la conservación ambiental en una de las regiones de selva más biodiversas y culturalmente ricas de Mesoamérica.
Más allá de los impactos socioeconómicos y preocupaciones ambientales antes descritos, el programa del Turitren Maya también está generando importantes oportunidades para los pobladores de las zonas por donde transitará.
Uno de los ejes centrales planteados por el gobierno federal es garantizar que las comunidades indígenas y rurales aledañas a la vía del tren se beneficien activamente del aumento esperado en el turismo. Para lograr esto, se han destinado recursos y asesorías específicas que permitan desarrollar proyectos productivos locales vinculados al turismo.
En el caso de Tenosique y los poblados tzeltales serranos de su entorno, ya se están gestando varias iniciativas comunitarias apoyadas con fondos federales. Entre ellas destaca un innovador proyecto de producción intensiva de hongos comestibles —como el cotizado hongo blanco— desarrollado enteramente por mujeres indígenas dentro de sus comunidades.
Los hongos cultivados se destinan tanto para el mercado local creciente como para abastecer restaurantes en los circuitos turísticos regionales. De esta manera se promueve el empoderamiento femenino, al tiempo que se generan alternativas productivas eco-amigables de alto valor sin necesidad de deforestar o emigrar hacia las ciudades.
Este es solo uno de varios proyectos comunitarios que ejemplifican cómo —con planeación e inversión adecuada— el Turitren Maya puede catalizar oportunidades inclusivas de desarrollo sostenible para grupos históricamente marginados, más allá de los beneficios que traiga el incremento en el turismo.